
En sus inicios Huancavelica fue asiento de mineros, arrieros y comerciantes, y gran parte de la población indígena era obligada a trabajar en la mina. Sería un paraje desolado si no fuera por sus criaderos de alpacas y por la acción de la minería, que ha encontrado grandes vetas entre sus nevadas cumbres.
Sus platos típicos son: el mondongo, puchero, pachamanca, chupe de zampallo, chuno pasi con cuchi canca, picante de arveja. El postre típico es la mazamorra de ayrampo.
Se caracterizan por realizar trabajos en cerámica, talabartería y tejidos.