
Desde su época de estudiante se dedicó a la literatura y en el medio bohemio de Trujillo y Lima se integró a los grupos Trilce y Narración.
Aunque su primer libro de cuentos, Los arrieros, publicado en 1964 , fue aclamado por la crítica, se dedicó a las labores docentes en las universidades de Ayacucho y Lima (San Marcos y la UNI) y en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín.
Ausente de las prensas por casi 33 años, en 1999, publicó Las trampas del diablo y al año siguiente El río que te ha de llevar.
En Pekín ha compartido los cambios sociales y económicos de [[China al lado de otros escritores y artistas peruanos, entre los cuales se destacan Teodoro Rivero-Ayllón, Guillermo Dañino, Antonio Fernández Arce, Oswaldo Reynoso y el inolvidable Sofocleto.