
Como el caracol se da en la región costeña, en los lugares de los andes se trató de hacer puputos en base a cerámica.
Era utilizado por los chasquis para anunciar su llegada, lo mismo que por los jefes militares, sacerdotes, funcionarios, etc., que anunciaban congregación de gentes para recibir o dar instrucciones.
Pese a que el visitador Antonio de Areche quiso suprimirlo a raíz de de la sublevación de Túpac Amaru II, el pututo sigue subsistiendo hasta la actualidad en muchos de los pueblos de nuestra serranía.