
Los incas descubrieron que mascando las hojas con una ceniza alcalina, disminuye la sensación de hambre, evita los mareos en alta montaña y permite trabajar durante largas jornadas, sin consumir alimentos o bebidas.
La forma más común de usar la hoja de coca es en forma de té, a tal fin se colocan una o dos hojitas en una taza de agua caliente.
Es un regulador estomacal, digestivo y tranquilizante. Un cocimiento de 40 gramos de hoja por litro de agua calma dolores de garganta, irritaciones de la boca, etc.
También se puede preparar en forma de tintura.
Precauciones: El abuso de esta planta es muy perjudicial, origina transtornos graves: fiebres, embriaguez y delirio; además, arruina las funciones intelectuales e intoxica el organismo.